C'EST POURQUOI FAIRE LES TOILETTES? POURQUOI LES PAPIERS SALES DE mrd NE PEUVENT PAS S'EN ALLER... DESCENDRE... JETER PAR LÀ... LE TROU NE PAS ASSEZ LARGE??????????????????????????????????????????????? CES PRODUITS S'EN VONT AUX ÉGOUTS. CETTE FAÇON DE S'EN DÉBARRASSER EST MOINS TOXIQUE POUR LES GENS.
Procédé
de langage (figure, trope) qui consiste dans une modification de sens
(terme concret dans un contexte abstrait) par substitution analogique.
¿Quiere Jesús realmente que comamos su cuerpo?
EDWARD SRI
¿Qué quiso decir Jesús con sus misteriosas palabras en la
Última Cena: "Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo...
Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre..."?
La Eucaristía, en el sentido más profundo, es Jesús. Durante la
consagración en la Misa -cuando el sacerdote repite las palabras que
dijo Jesús en la Última Cena: "Este es mi cuerpo... Esta es mi
sangre..."- el pan y el vino se convierten en el cuerpo, sangre, alma y
divinidad de Cristo.
¿Cómo puede suceder esto? ¿Puede ser que una rodaja de pan y una
gota de vino se conviertan realmente en el cuerpo y sangre de Jesús? La
Eucaristía, después de todo, aún sigue teniendo el aspecto, el sabor,
la textura y el perfume del pan y del vino. ¿Cómo podemos decir que se
trata verdaderamente del cuerpo y la sangre de Cristo si nuestros cinco
sentidos dicen lo contrario?
El término teológico que se utiliza para describir este cambio es la
"transubstanciación". La palabra describe el modo en que, si bien el
pan y el vino conservan su aspecto, "se opera la conversión de toda la
substancia del pan en la substancia del Cuerpo de Cristo nuestro Señor y
de toda la substancia del vino en la substancia de su Sangre; la
Iglesia católica ha llamado justa y apropiadamente a este cambio" (CIC
1376).
No obstante, es importante observar que no se trata de un cambio
químico. Si debiéramos observar la hostia consagrada bajo el lente de
un microscopio, no veríamos una vesícula biliar divina, como así
tampoco observaríamos los glóbulos rojos o la hemoglobina sobrenatural
de Cristo mediante un experimento científico con el vino consagrado. La
Eucaristía tiene el sabor, la textura y la apariencia del pan y del
vino, pero el cuerpo y la sangre de Cristo se encuentran verdaderamente
presentes detrás de esa apariencia exterior que perciben nuestros
sentidos (CIC 1376).
Tal como lo sostuvo un teólogo cristiano de los
primeros tiempos, "No veas en el pan y en el vino meros y naturales
elementos, porque el Señor ha dicho expresamente que son su cuerpo y su
sangre: la fe te lo asegura, aunque los sentidos te sugieran otra cosa".
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